Foto: www.javiroces.es
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Minutos eternos de entrega absoluta, una conjunción maravillosa
y contradictoria entre la compañía y la soledad, entre emociones dispares pero
tan débiles como el propio paso del tiempo….
En miles de lugares apreciamos cuadros como este, personas
que caminan al unísono de una tarde cálida, dejando sus emociones al
descubierto…
Muchos buscan una voz que calme ese “silencioso” sonido que
aturde en los días más complicados. Otros buscan redimirse de sus actos, y
dejan que sus pensamientos intenten lanzar algún tipo de oración que logre
hacerlos dormir por la noche.
También podemos encontrar aquellos que en solitario buscan
el encuentro de un alma que el destino se empeña en no cruzar en sus caminos.
Sea como sea la historia que cada uno lleva en sus hombros,
lo que si está claro y latente es la necesidad, el deseo, la esperanza, la
convicción de que nunca estamos solos en el Universo, sea cuales sean nuestros
motivos, todos merecemos y queremos estar acompañados…
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