La realidad nos empuja y casi nos obliga a renovarnos cada día. Miramos a nuestro alrededor y pensamos que somos los únicos que tenemos problemas, o que los nuestros son los más graves…que equivocados estamos. A nuestro lado pasan constantemente personas con problemas semejantes, vemos que nuestra vida no es tan distinta a la de ellos, muchas veces hasta nos sentimos empáticos y quisiéramos hacerles conocer nuestra manera de ver las cosas y conocer las suyas. Cuántas veces necesitados de contarle a alguien nuestro pesar, encontramos un enfoque distinto, una solución o simplemente un oído disponible. Si escuchamos atentamente nuestro alrededor nos llegan suaves conversaciones telefónicas que llenan las calles de pesares, pero también de buenas noticias. ¿Podremos llegar a lograr transmitir las cosas buenas y formar una cadena que no se rompa ante el primer obstáculo? En fin, empaticemos con nuestros vecinos, con nuestros compañeros, con nuestras personas más cerc
Simplemente tómate un momento al día para pensar,distraerte y por qué no Aprender algo nuevo.